El presidente brasileño Jair Bolsonaro es actualmente investigado por haber divulgado documentos secretos de la Policía. Su fracasada campaña de descrédito contra el actual sistema electrónico de votación del país ha hecho que ahora sea llamado por la Justicia para comparecer por revelar información secreta.

El nuevo caso involucra la filtración por parte de Bolsonaro de una investigación de las autoridades sobre un ataque de piratería informática contra el Tribunal Superior Electoral (TSE), la máxima autoridad electoral de Brasil, unos meses antes de las elecciones presidenciales que ganó en 2018.

Bolsonaro usó la información de sus cuentas de redes sociales para argumentar que el sistema de votación electrónica de Brasil era vulnerable a la manipulación y el fraude. Según varios críticos, el mandatario estaba preparando el terreno para cuestionar el resultado de las elecciones si perdía la segunda vuelta en ese momento.

La Corte Suprema rechaza un recurso de Bolsonaro para no asistir a la cita

Este jueves 27 de enero, durante la transmisión en vivo que Bolsonaro realiza semanalmente a través de sus redes sociales, el mandatario no hizo ninguna referencia sobre el asunto.

El juez Alexandre de Moraes, quien informó al mandatario sobre su citación a comparecer a la Superintendencia Regional de la Policía Federal de Brasilia, rechazó un recurso de la Abogacía del Estado, que solicitaba dispensar al presidente del interrogatorio.

De Moraes dijo en su dictamen que Bolsonaro había pedido un plazo adicional de 60 días alegando problemas de agenda. Pero, el magistrado le dio como plazo máximo hasta el 28 de enero.

“En una República, el investigado, sea quien sea, está normalmente sujeto al alcance de los poderes coercitivos del Estado necesarios” para “asegurar la fiabilidad” del proceso legal, lo que incluye “ser citado para un interrogatorio”, dijo el magistrado.

Además de este proceso, la Justicia investiga al presidente por otro caso en el que lo relacionan con la existencia de supuestas “milicias digitales” de ultraderecha que usan las redes para socavar la imagen de la democracia.

Con EFE y Reuters