La artista plástica Esperanza Gill celebra seis décadas de trayectoria, recordando sus logros en el ámbito artístico y con un video homenaje, además del proyecto de una muestra retrospectiva.


La artista plástica Esperanza Gill, con más de seis décadas en el arte, es una de las más destacadas de nuestro ámbito de la plástica nacional. Como homenaje en vida, sus hijos le realizaron un video homenaje a su trayectoria, disponible en la plataforma Youtube como Esperanza Gill/ El arte es la vida. 

A raíz de la pandemia Covid-19, la artista pospuso una muestra retrospectiva, la semana en que inició la cuarentena. “La muestra abarca todas sus expresiones de arte desde sus comienzos hasta hoy. Esperamos que pronto sea posible realizarla, pues es un sueño suyo y de su familia”, comentó Alicia Morínigo, hija de Esperanza Gill.

Gill destacó desde sus inicios en la escena artística del país, en el cual realizó más de 70 exposiciones, con sus grabados, acuarelas, esculturas y cerámica. “Todo me sale del alma. El arte es la vida”, confiesa.

Con más de 60 años en el ámbito creativo, sus lienzos se vieron marcados en sus comienzos por colores en tonos sepia, los cuales fueron utilizados para dar un rol protagónico a la historia de nuestro país y a sus construcciones edilicias de antaño.

Sus obras contienen una temática arquitectónica. “Van más allá de lo estético, dado que tiene como fin transmitir una percepción nostálgica y la historia nacional”, señala Alicia Morínigo.

Con el paso del tiempo, la artista dio paso a un arte más orgánico e íntimo, mostrando preferencia por los motivos florales y ligados a la naturaleza. En esos lienzos, la artista utiliza como protagonistas a las flores.

INICIOS. Esperanza Gill nació el 18 de diciembre de 1939 en Asunción, y su interés hacia el arte comenzó inició desde su infancia, cuando enfermó y pasó mucho tiempo en cama.

A partir de ese momento, experimentó su creatividad a través de dibujos. Con el fin de incentivar su arte, su padre le proporcionó herramientas expresivas y culturales. “Ella recuerda que su padre, Juan Bautista Gill Aguinaga, le llenaba de lápices de colores, hojas, y así se abocaba a los dibujos y pinturas”, detalló Alicia Morínigo.

“Quizás esos hechos influenciaron en su carrera artística, aunque siempre le gustaron los colores, las formas”, señaló en una reseña el comentarista de arte Duré Cáceres (2014).

El arte fue siempre para Esperanza su medio de expresión, desde sus primeras pinceladas, su educación y comprensión artística.

Su padre era un historiador patriótico, defendió el patrimonio nacional ya que se dedicó a salvar objetos valiosos del país y evitó la demolición de la casa que dio nacimiento a la independencia del Paraguay.

De esta forma, inicia en su hija Esperanza una comprensión profunda sobre la importancia histórica, contextos culturales, y la vinculación de aquello que puede influenciar al arte.

“Trabajé desde muy chica con él, le acompañaba en sus trabajos de investigación, dibujando construcciones antiguas que nos interesaban por su arquitectura e historia”, recordó Gill, y añade: “artista no es la que pinta, sino la que sabe crear”.

FORMACIÓN. La artista usa el arte como una forma de expresión y simbolismo de su vida personal. Inició sus estudios como alumna de Francisco Torné Gavaldá, un renombrado pintor español consagrado en la escena local, quien se dedicó a pintar paisajes y retratos.

Tomó cursos de dibujo y pintura en el taller de la pintora y profesora Cira Moscarda desde el año 1958 al 1960.

Durante varios años de su vida la artista exploró distintas técnicas artísticas, tales como las del muralismo, cerámica, escultura, pintura y acuarela.

Además de ser artista, también se desempeñó como escritora, lanzó libros, usando temas relacionados con el país, su padre y antepasados, también se dedicó a la genealogía investigando arduamente sobre sus raíces.

Esperanza Gill “ha logrado esa rara simbiosis con su ciudad natal, Asunción del Paraguay, capturando el recuerdo de algo que debe perdurar”, señaló acerca de su arte Rafael Squirru.

A su turno, el crítico de arte Osvaldo González Real opinó: “Esperanza logra detener el tiempo en sus telas, bajo la luz sepia o agrisada de antiguos reflejos”.

A saber

Artista plástica: Esperanza Gill. Muralista, escultora, acuarelista y ceramista. Sus trabajos son parte de colecciones privadas, museos y palacios. Sus obras retratan la Asunción antigua y casonas viejas de la ciudad de Asunción y otras ciudades del país, en tono sepia y grises, así como variedad de flores.

Ciudad de origen: Asunción

Libros: Testimonio de la Asunción, Presente y Pasado del Patrimonio Cultural Paraguayo.

Reconocimientos: En 1982 obtuvo el primer premio de pintura otorgado por Amigos del arte, así como una mención en 1985.

Fuente: Ultima Hora