La producción de soja ya había registrado altas temperaturas en el 2008 y el 2012.


Las altas temperaturas no impactarán en el resultado de la producción final de la soja, que ya se encuentra con un 90 % de avance, según comentó el director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Édgar Mayeregger. Sí tendrán un efecto en la soja zafriña, maíz zafriña y otros rubros que se hayan sembrado en una humedad relativamente buena.


Así lo indicó para La Nación/Nación Media y remarcó que los problemas se concentrarán fundamentalmente en el norte de la región Oriental y parte del Chaco. Además, el riesgo de la aparición de plagas y enfermedades se hace mayor debido a la humedad, pudiendo aparecer roya en los cultivos. Otros inconvenientes podrían darse en el sur, sureste y centro este de la región Oriental.


Agregó que la siembra más importante es la que se realiza de forma medianera y es por eso que el 10 % restante no se verá muy afectado en los rindes, teniendo en cuenta que son menores. “El impacto mayor es en el hortícola, la agricultura familiar y fundamentalmente en las zafriñas”, añadió. Estos sectores se encuentran concentrados en Canindeyú, San Pedro, Concepción, y parte de Caaguazú.


Esta situación ya se había registrado en el 2008 y el 2012. En el caso de que se generen afectaciones habrá que volver a resembrar, teniendo en cuenta que la falta de lluvias es la que podría generar un mayor inconveniente, manifestó. Mayeregger recomendó que no se realicen siembras en seco porque podrían tenerse pérdidas.


Instó a que los grandes y medianos productores apuesten al cuidado del agua, y realicen curvas de nivel si existe la posibilidad para regular la erosión. En tanto, con respecto a la agricultura familiar, dijo que los pequeños productores deberán manejar de forma sostenible los riegos “evitando regar por regar“ de acuerdo a la disponibilidad.


Datos clave

Las altas temperaturas no impactarán en el resultado de la producción final de la soja.

Se verán impactadas las zafriñas y la agricultura familiar.

Esta situación ya se había registrado en el 2008 y el 2012.


Fuente: LA NACIÓN