En todo el país, el examen para formar parte del Banco de Datos del MEC se llevó a cabo en un clima de tensión y expectativa, donde la humanidad brilló en medio de la presión.


A pesar de la llovizna constante, Hildo se mantuvo al lado de su esposa Esther, quien rendía el examen, sosteniendo en brazos a su bebé Kevin. La curiosidad del pequeño y su serenidad contrastaban con la inquietud de los docentes, creando un ambiente especial.

Un momento conmovedor ocurrió cuando la Profesora Marisol Parris, encargada de la evaluación, hizo una pausa para permitir que una madre alimentara a su pequeña hija, Fabiola, de solo 3 meses. Este acto de empatía subrayó la importancia de la comprensión y el apoyo en el entorno educativo.

Las profesoras Esther, de Yuty, y Ana, de 3 de Mayo, estuvieron rodeadas por sus familias, quienes no solo brindaron un respaldo emocional, sino que también recordaron la esencia del sacrificio y la resiliencia que caracteriza a los docentes. 

En esta jornada, se entrelazaron las historias de cada uno de ellos, revelando que detrás de cada examen hay un trasfondo de amor, esperanza y la firme determinación de seguir adelante en el camino de la educación. 

La experiencia se convirtió en un testimonio del valor de la comunidad y el solidario apoyo familiar en la búsqueda de un futuro mejor.