La dueña de una mueblería de Paraguarí compartió su historia y fue viral.


La dulce voz de un niño de unos 11 a 12 años, que llegó bien temprano a la mueblería de María Boschert, le llamó la atención.

 El pequeño cargaba una mochilita sobre su espalda y tenía una hermosa sonrisa, según contó a EXTRA la comerciante cuyo local está ubicado en Paraguarí. 

El niño estaba interesado en una sola cosa, quería comprar con sus ahorros una casita de madera para regalársela a su hermanita que cumplía años al día siguiente, el jueves 18 de enero. 

Eso emocionó aún más a María quien decidió contar la historia en su Facebook. "Él vino llegando bien coquetito, bien lindo, lindo mita´i luego es; pero vino solo. Me dijo ´buen día´ y le dije yo también, buen día porque vino con una energía súper positiva y eso me transmitió. Luego de eso me preguntó ´¿Tenés casita de Barbie?´ y le respondí que sí tengo, y que tengo de dos clases", recordó. Ambas casitas tenían precios diferentes, pero el niño optó por la más económica porque no llevaba consigo mucha plata, según señaló María. "Yo me quedé embobada en la forma en que hablaba la criatura. Hablaba súper bien y me contó que es para su hermanita, que mañana es su cumpleaños.

 Después me dijo ´bueno señora, voy a llevar este, porque este es lo que alcanza mi platita´, bueno también le dije yo y luego sacó su mochilita y ahí me quedé más sorprendida porque sacó G. 200.000 bien arrugaditos y me pasó. Ahí ya me subió un pirî y me dice otra vez, ´este va a ser el regalo para mi hermanita´ me quedé así con los pelos de punta porque también soy mamá", contó. 

Luego de la compra, María pegó un hermoso moño a la casita y se despidió de su pequeño clientito quien salió del lugar muy contento.

 María no sabe si el niño vino acompañado o si alguien lo buscó, solo sabe que es de otra ciudad y que sus padres son docentes, según la información que le dieron en las redes sociales. "No esperé que tanta gente haya compartido mi publicación, por lo visto el amor de hermanos y la valentía de este niño tocó a mucha gente. 

Había sido no está todo perdido, existen niños con muchos valores, como el respeto, el de entrar saludando el decir gracias y chau", manifestó María quien espera nuevamente saber de él.