Olimpia cayó eliminado contra su bestia negra, Sportivo Ameliano, que le dejó al Decano sin la plata y sin competencia internacional por todo el 2024.


El Sportivo Ameliano derrotó este jueves a Olimpia por 2-0 en otro duelo fratricida de equipos paraguayos y avanzó a la fase de grupos de la Copa Sudamericana, dejando con las manos vacías al Decano, sin dinero y sin competencia internacional por todo el 2024.



El elenco de barrio Jara ratificó el mote de bestia negra del Decano, ya que de los 11 cruces entre ambos, logró 6 victorias, contra los 4 de Olimpia, registrándose un solo empate.


EL PARTIDO. La V Azulada aprovechó al máximo las grandes limitaciones defensivas de Olimpia y finalizó el primer tiempo con una renta de dos goles gracias a las anotaciones del defensor Julio González y del extremo Alejandro Samudio.


A los 27 y 31 minutos, respectivamente, en cuestión de cuatro minutos, el elenco de Pedro Sarabia dio cátedra al Decano. Primero en el cobro de la pelota quieta, valiéndose de los pies de seda de Alberto Contrera, y luego al dictar clase de contragolpe con Fredy Vera y “Salah”.


El Franjeado, por su parte, mostró un rendimiento discreto. En defensa dio muchas concesiones, aunque en las otras líneas tampoco se vieron cosas importantes.


En el complemento, Martín Palermo apostó por Facundo Bruera y Carlos Arrúa, salvadores ante el Sportivo Luqueño, en detrimento de los mediocampistas Alex Franco y Matías Vera.


Los cambios no hicieron efecto. Cargó Olimpia, jugó en las proximidades del área, pero no puso a nadie cara a cara con el portero Nicolás Rossi, quien solamente vio pasar pelotas altas del Oso Pratto y Sebastián Quintana, éste último cuando ya reinaba el apuro y el desconcierto.


Por su parte, el equipo de Pedro Sarabia tuvo réplicas peligrosas, pero no pudo sentenciar para jugar tranquilo por culpa de Gastón Olveira, clave contra Richard Torales y Fredy Vera.


En el tramo final, Olimpia forzó con todas sus fuerzas. Ameliano resistió con mucho corazón, además la suerte ya estaba echada en esos cuatro minutos de arremetidas furiosas.



Fuente: D10