Desgraciadamente las instituciones que deben de velar por la integridad de los menores de las parcialidades indígenas no se ocupan de realizar en forma su labor, ya que periódicamente un gran número de menores llegan hasta la Terminal de Ómnibus de la Ciudad de Encarnación, donde incurren hasta a la mendicidad exponiéndose a todo tipo de peligros. 

La actual administración lamenta que los encargados de instituciones, como Asuntos Indígenas de la Gobernación, Defensoría de la Niñez, y la propia oficina regional del Ministerio de la Niñez y Adolescencia se queden con los brazos cruzados ante tal situación. 

Entre este grupo se puede observar también a niñas adolecentes, menores de hasta 4 años quienes entre vehículos ofrecen limones y hasta animales silvestres exponiéndose al peligro, a las altas temperaturas y otros aspectos que se vive en la calle.