Hasta 2021, las autoridades argentinas permitían el traslado humano de reses del sector frigorífico hasta un tope máximo de 32 kilos.


Argentina es uno de los países más carnívoros del mundo y, codo a codo con Uruguay, el país que más carne de vaca consume (casi 48 kilos per cápita al año), según cifras oficiales. Medio costillar completo de la vaca lista para distribuir pesa más de 100 kilogramos en promedio. Hay problemas de higiene elementales cuando le media res es arrastrada por el suelo.

“El debate es si seguimos comercializando carne vacuna como hace 150 años, o como exige la salud sanitaria, bromatológica, del trabajador y del consumidor (…) en el siglo XXI”, declaró el secretario de Estado de Agricultura, Juan José Bahillo.

La media res de carne vacuna, tradicional alimento de los argentinos, ya no se podrá ser cargar a hombros de empleados como se estila desde el siglo XIX, según un compromiso del gobierno con el sector. La decisión pone fin a una polémica sobre si es humano y limpio que los carniceros o transportistas tengan que mover todavía a pulso la enorme masa de la mitad de carne faenada dentro de los frigoríficos y luego bajarla de los camiones.


FUENTE: LA NACIÓN