Alrededor de G. 120 millones fueron pagados por el rescate del empresario brasileño, que fue víctima de un secuestro exprés en Ciudad del Este. El último fin de semana fue llevado a la fuerza por un grupo de delincuentes.


Durante casi cuatro horas fue mantenido de rehén en Ciudad del Este el empresario brasileño João Batista Silva Alves, entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, y sus familiares pagaron cerca de G. 120 millones, de acuerdo con lo revelado este lunes por el comisario principal Jorge Vidallet, jefe del Departamento de Investigación del Alto Paraná.


El caso está siendo investigado por los departamentos de Antisecuestros y de Investigación de la Policía Nacional.


El jefe policial dio detalles del hecho, que de ser un caso de robo domiciliario se convirtió en un secuestro exprés, ya que la víctima no tenía dinero en su domicilio y tuvo que mandarlo traer de una recicladora de su propiedad.


Sin embargo, los delincuentes no se conformaron con el dinero y también ordenaron a los familiares que sacaran una camioneta que habían abandonado en la vivienda familiar, ubicada en el kilómetro 12 Acaray, y la incineraran para borrar rastros.


Los familiares accedieron al pedido y solo después la gavilla liberó a Silva Alves. Toda la negociación se realizó desde el teléfono de la víctima, quien había sido sacado de su domicilio en su propio vehículo, una camioneta de la marca Jeep Longitude, en el local de su recicladora Silva SA, ubicado en el kilómetro 10 Acaray de Ciudad del Este.


Los delincuentes amenazaron con matar a la víctima si el caso era denunciado a las autoridades.


El comisario Vidallet afirmó que los vehículos utilizados por los delincuentes para este hecho también aparecieron en otro caso de robo domiciliario en el kilómetro 30, en Minga Guazú, y se sospecha que también fueron utilizados en otro golpe consumado en el distrito de Yguazú.


Se trata de una camioneta Nissan Pathfinder, que fue incinerada, y una camioneta Nissan Frontier, de color negro, que fue abandonada ayer en el kilómetro 18 Acaray, en un predio baldío.


FUENTE: UH