El abogado Javier Oviedo presentó ante la Fiscalía Adjunta que la causa fue supuestamente "digitada" para recaer en la unidad del fiscal aludido. Según la denuncia, presuntamente la maniobra consistió en agregar a mano en la denuncia original una diligencia urgente (“solicito secuestro y allanamiento”) que nunca se concretó, evadiendo así el sorteo aleatorio de expedientes.

La situación supuestamente escaló nuevamente en octubre, cuando se produjo la imputación del caso. El 2 de septiembre, más de un mes antes de que los defendidos fueran formalmente notificados el 14 de octubre, el abogado de la parte denunciante envió por error un mensaje de WhatsApp al cliente de Javier Oviedo.

El mensaje aparentemente contenía fotos del acta de imputación extraída del bibliorato de la fiscalía, junto con la frase: “imputado, cumplieron”. Oviedo alegó que interpretó que el término “cumplieron” podría indicar un supuesto compromiso entre el fiscal y el estudio jurídico, poniendo en duda la imparcialidad del Ministerio Público.

Tras levantar acta notarial de los mensajes y presentar las evidencias, Oviedo lamentó la inacción pasiva y la falta de respuesta de la Fiscalía Adjunta, que había confirmado al fiscal a pesar de denuncias previas sobre irregularidades. En julio, la Asociación de Abogados de Itapúa ya había alertado sobre la situación.

Oviedo exige ahora una investigación exhaustiva para esclarecer el compromiso y garantizar la transparencia en la actuación del Ministerio Público, mientras la comunidad jurídica local mantiene atención sobre la evolución del caso.