Un estremecedor caso de presunto abuso sexual a un niño de 8 años en una institución educativa de Itapúa Poty encendió las alarmas en la comunidad y movilizó a las autoridades judiciales y educativas.

El fiscal Luis Casaccia relató que el hecho se descubrió el pasado 15 de septiembre, cuando el menor presentó fiebre y la docente decidió trasladarlo a un centro de salud local. Allí, los médicos detectaron lesiones sospechosas y, ante inconsistencias en el relato del niño, se activó el protocolo de protección.

Posteriormente, el menor fue derivado al centro de atención de Edelira, donde una médica forense confirmó que existieron signos de abuso con penetración. Durante la evaluación, el niño identificó a tres compañeros de entre 11 y 12 años como responsables y aseguró que los ataques fueron reiterados. “Estamos hablando de un abuso sexual sistemático”, afirmó el fiscal.

Casaccia explicó que, al tratarse de menores de edad inimputables, el proceso se aborda bajo un tratamiento especial, con la intervención de la CODENI y la Defensoría de la Niñez. Se dispuso asistencia psicológica tanto para la víctima como para los presuntos agresores, además de entrevistas en Cámara Gesell, a fin de obtener más detalles y verificar si existen otros niños afectados.

El fiscal señaló que los hechos habrían ocurrido dentro del baño de la institución, lo que abre el análisis sobre la responsabilidad de directivos y docentes en el deber de cuidado.

El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) ya inició una investigación interna paralela, mientras la comunidad educativa exige respuestas y mayor seguridad en las escuelas.