Durante un operativo en Edelira, un furgón fue interceptado mientras transportaba una cantidad considerable de gallinas. El conductor no pudo presentar la documentación requerida que acreditara el origen y destino de los animales.

A pesar de que el conductor afirmó haber adquirido las gallinas de una granja, no pudo especificar su ubicación. Ante la falta de información y el incumplimiento de los protocolos necesarios para el transporte de animales vivos, las autoridades decidieron intervenir. La ausencia de documentación contravenía la ley de protección animal, que exige condiciones específicas para garantizar el traslado seguro y ético de los animales.

El fiscal de turno fue notificado y ordenó la retención del vehículo y las gallinas para iniciar los procedimientos legales correspondientes. Se constató que las gallinas estaban atadas entre sí, sin seguir los protocolos establecidos para asegurar su bienestar y cumplir con las normas fitosanitarias, fundamentales dado que se trata de productos destinados al consumo humano.

Este incidente subraya la importancia de que todas las actividades relacionadas con el transporte y comercio de animales vivos cumplan con las normativas vigentes. Dichos protocolos no solo garantizan el bienestar de los animales, sino que también protegen la seguridad alimentaria y la salud pública.