En una emotiva homilía, destacó la importancia de caminar juntos como comunidad cristiana, en medio de los retos que enfrentan diariamente.  

El Monseñor utilizó la metáfora del ser humano como navegante en la vida, señalando que, aunque las aguas sean turbulentas, la esperanza cristiana debe ser la luz que guíe el rumbo. "Estamos llamados a levantar la cruz con alegría, sabiendo que en ella encontramos la verdadera fortaleza", expresó con convicción.  

Pistilli también resaltó el significado de la peregrinación hacia el santuario de la Virgen como un acto de fe y símbolo de renovación espiritual. Invitó a los fieles a caminar no solo físicamente, sino espiritualmente, siguiendo el ejemplo de Cristo y la protección maternal de María.  

El mensaje fue recibido con gratitud y emoción por los asistentes, quienes encontraron en sus palabras una guía para enfrentar los desafíos cotidianos con esperanza renovada y confianza en el amor divino. "La unidad y la fe nos harán más fuertes", concluyó el Monseñor, dejando una profunda huella en el corazón de los presentes.