Hace aproximadamente una semana, oleros del Barrio San Pedro de Encarnación quedaron sin el vital líquido, no tienen que beber, para higienizarse y tampoco para elaborar los ladrillos.




"La ANDE llevo medidor por la falta de pago, son cerca de 50 millones, las facturas se sumaron en época de pandemia donde no se pagó por el agua y no se podia colectar el dinero para honrar las facturas por el uso de la energía" sostuvo Samuel Ramírez, uno de los vecinos y trabajador afectado. 


Los mismos piden una mediación por parte de las autoridades, para que puedan gestionar un nuevo medidor, y fraccionar la deuda, para que puedan nuevamente contar con el agua.



Actualmente acuden a arroyos o vecinos de otras etapas para poder contar con los litros mínimos y así poder sobre llevar el día a día.