Los tutores pueden enfrentar responsabilidades penales, civiles y administrativas por permitir que un menor conduzca, ya que la ley prohíbe totalmente que adolescentes estén al mando de un vehículo.


El presidente de la Asociación de Abogados de Itapúa, Abog. Ever Velázquez, advirtió sobre las severas sanciones penales y civiles que enfrentan los padres o tutores cuando un menor de edad conduce un vehículo, recordando que los adolescentes no pueden acceder legalmente a una licencia de conducir en Paraguay. Por lo tanto, cualquier menor al volante se encuentra en una situación completamente irregular.


Velázquez explicó que un menor involucrado en un accidente de tránsito, al igual que cualquier conductor, queda expuesto a medidas penales y administrativas aplicadas por la justicia especializada. Sin embargo, la gravedad aumenta debido a que carecen de habilitación y de la pericia necesaria para manejar, lo que aumenta el riesgo para su integridad y la de terceros.


El abogado señaló que los padres asumen responsabilidades penales, civiles y administrativas cuando permiten o no impiden que un menor conduzca. Recordó que el deber de cuidado se mantiene incluso en la adolescencia. Si el adolescente conduce un vehículo perteneciente a la familia, se presume que existió autorización, lo que convierte a los tutores en sujetos de una posible investigación fiscal.


Consultado sobre la posibilidad de imputar a los padres, Velázquez afirmó que es totalmente procedente. Indicó que poner a un menor al mando de un vehículo, sin contar con la mínima habilitación requerida por la ley, constituye una conducta que genera un riesgo evidente. Por esta razón, los padres pueden ser investigados por omisión del deber de cuidado.


Finalmente, instó a la ciudadanía a extremar las precauciones y evitar absolutamente que menores de edad tomen el volante, tanto para preservar la seguridad vial como para evitar las severas consecuencias legales que recaen sobre los responsables.