La banana orgánica tiene una demanda creciente en el mundo. Si Paraguay puede certificar su producción, podrá acceder a nuevos mercados y aumentar sus ingresos, refirió el presidente del Senave, Pastor Soria.


El presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal (Senave), Pastor Soria, manifestó que nuestro país está trabajando arduamente para obtener la certificación necesaria que le permitirá ingresar a mercados internacionales con la producción de banana orgánica, incluido el atractivo mercado chileno, a fin de diversificar sus oportunidades de exportación y fortalecer la industria agrícola.


Comentó que la certificación de la banana orgánica es esencial para “garantizar la calidad y la integridad de los productos que se exportarán”. Este aval será un testimonio de la dedicación de Paraguay en mantener altos estándares de producción y ofrecer productos saludables y sostenibles a los consumidores nacionales y extranjeros.


“La banana orgánica tiene una demanda creciente en el mundo. Si Paraguay puede certificar su producción, podrá acceder a nuevos mercados y aumentar sus ingresos”, subrayó. Actualmente, una hectárea de banana, producida con tecnología y exportada a Argentina y Uruguay, tiene una rentabilidad aproximada de USD 7.000 al año, unos 50 millones para el productor rural.


Por ello, a eso se debe apuntar, a fortalecer al productor en un rubro de alta rentabilidad y poco espacio, según refirió. Destacó además la importancia de la colaboración entre los productores locales y los organismos de certificación para garantizar que se cumplan todos los requisitos necesarios y que con este enfoque en la calidad y la sostenibilidad se refuerza la posición de nuestro país como un actor clave en la industria agrícola mundial.


“El acceso a mercados como Chile es particularmente valioso para Paraguay, ya que ofrece una oportunidad de expansión para los productores de banana orgánica del país”, argumentó. Por último, precisó que la demanda de productos orgánicos en Chile sigue en aumento desde los últimos años, y esta tendencia presenta un potencial interesante para los productores paraguayos.


Fuente: LA NACIÓN