Luego de sus expresiones justificando el ingreso de su hijo en Diputados, el senador Silvio Beto Ovelar, reconoció que fue un error haber aceptado la contratación.


Luego de sus expresiones justificando el ingreso de su hijo en Diputados, el senador Silvio Beto Ovelar reconoció que fue un error haber aceptado la contratación, pero dijo que sus palabras fueron mal interpretadas y que su intención no fue quitar méritos a los que vienen del interior.

Un día después de intentar justificar la contratación de su hijo en la Cámara de Diputados y tras la avalancha de críticas de la ciudadanía, el titular del Congreso, Silvio Beto Ovelar, reconoció que todo esto fue un error y que por ética tuvo que frenar el ingreso de un familiar más en la función pública.


“A mi hijo lo atacan por todos lados. No es un error de él. Todo esto fue un error mío y yo tengo que reconocerlo y voy a conversar con él en el transcurso de la mañana”, expresó.

También, indicó que sus expresiones fueron mal interpretadas y que su intención jamás fue quitar méritos a los estudiantes y docentes del interior del país.



“Justamente mi problema es el que PISA mismo lo demuestra. Leo mucho, interpreto poco y transmito mal. Lo de ayer fue una mala interpretación, probablemente comuniqué mal en el momento de hacerlo y se tomó por el lado opuesto de lo que estaba argumentando”, expresó.


Fue una metida de pata

Siguiendo con la entrevista, Ovelar recalcó que todo esto fue un error suyo, reconoció que no fue una decisión correcta y asumió toda la culpa.


En ese sentido, le consultaron cómo va a subsanar la situación y dijo que no puede tomar una decisión sin antes conversar con su hijo.


“Yo voy a conversar con él. Ya cambiaron los tiempos, hace 20 0 30 años atrás el padre imponía lo que se tenía que hacer”, prosiguió.


¿Cuál era la intención de Silvio Ovelar?

Siguiendo con su defensa, Ovelar señaló que su intención era demostrar que aquellos jóvenes que vienen del interior triunfan en el sector público o privado.


“Mi intención era demostrar que, justamente, el mérito de los que vienen del interior, es mucho mayor, y vienen a triunfar en el sector público y privado, pero lógicamente eso no se interpretó. Metí la pata e hice calificaciones desacertadas”, reconoció.


Ante todo lo ocurrido, se describió como una persona que lee mucho, interpreta poco y transmite mal lo que desea comunicar.


“Hoy probablemente soy cuestionado por lo que no supe dar a entender, pero yo entiendo que esto es una herencia de muchos gobierno, de los cuales, la mayoría fue el Partido Colorado”, admitió e insistió que asume su decisión no fue la correcta y que lo dice “con absoluta sinceridad y sin ambigüedades”.


También, recordó que toda su formación lo realizó en colegios públicos.


Toda una familia en la función pública

Ovelar, quien en su momento se calificó como el hombre público mejor pagado del Paraguay, tiene a su esposa Magnolia Mendoza como directora jurídica de Itaipú Binacional con un salario de G. 100 millones.


La lista de su familia en la función pública sigue con su hermano, Roberto Ovelar, quien está en Aduanas donde entró sin concursar y tiene un sueldo de G. 17 millones.


Otro hermano de Beto, Rodney Ovelar entró mediante una terna y está en la Defensoría Pública.


La cuñada de Silvio Ovelar, Violeta Mendoza está en Yacyretá donde entró sin concurso y tiene un salario de G. 46 millones.


Se suma el suegro Armando Mendoza, quien está ocupando un puesto sin concursar en Yacyretá con un sueldo mensual de G. 51 millones.


En el Ministerio Público está Lourdes Ovelar con un sueldo de G 7 millones.


FUENTE: UH