La Terminal de Ómnibus de Encarnación experimentó horas de intenso movimiento mientras los viajeros se preparaban para recibir el año 2026.


Desde temprano, pasajeros de todas las edades llegaron al lugar para dirigirse a sus destinos, ya sea para reunirse con familiares, compartir la última noche del año o iniciar unas merecidas vacaciones.


Entre maletas, abrazos de despedida y saludos cargados de emoción, se vivieron escenas que combinaban nostalgia y alegría. Familias completas se despidieron con abrazos prolongados, mientras jóvenes y adultos apresuraban sus pasos para no perder el último ómnibus del año.


Los comerciantes y trabajadores de la terminal también se vieron inmersos en el bullicio, atendiendo la gran cantidad de viajeros y garantizando la operatividad del lugar en un día de alta demanda.


El ambiente reflejaba expectativa y entusiasmo: la terminal se convirtió no solo en un punto de tránsito, sino en un espacio donde se compartieron emociones, anhelos y la esperanza de un 2026 lleno de nuevas oportunidades.


Este panorama evidencia cómo, incluso en la rutina cotidiana, se entrelazan historias personales y colectivas en la antesala de un nuevo comienzo, mostrando la importancia de los encuentros, las despedidas y la conexión humana en momentos significativos del calendario.