La jornada estuvo cargada de expectativas y entusiasmo, con la llegada de jóvenes que comienzan a transitar su camino hacia la formación profesional en una de las instituciones más prestigiosas de la región.

El primer día de clases simboliza el comienzo de nuevos sueños, desafíos y objetivos para los estudiantes, quienes apuestan por una educación de calidad con la confianza de que la Universidad Católica los preparará para convertirse en grandes profesionales en el futuro.

Al respecto, la doctora María Elena Villalba, directora general de la Universidad Católica Campus Itapúa, expresó: “Es un honor recibir a nuestros nuevos alumnos y acompañarlos en este proceso de crecimiento. Nuestra misión es brindarles las herramientas necesarias para que el día de mañana sean profesionales comprometidos con la sociedad y el desarrollo del país".

Con un ambiente de entusiasmo y compromiso, la Universidad Católica reafirma su propósito de formar líderes y profesionales de excelencia, consolidándose como un pilar fundamental en la educación superior de la región.