Durante su investidura como cardenal en el Vaticano, en agosto pasado, Martínez tuvo la oportunidad de compartir con el expapa.


El arzobispo metropolitano y cardenal Adalberto Martínez ha hecho oficial que viajará a Roma para participar del funeral del papa emérito Benedicto XVI. En el momento de conocerse sobre el deceso del pontífice, Adalberto Martínez emitió el siguiente mensaje en Twitter: “Descansa en la paz del Señor, Benedicto XVI. Desde Asunción, Paraguay, nos unimos en oración por el eterno descanso del papa emérito”.

El cuerpo del papa emérito se encuentra en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, y se conoce mediante fuentes oficiales que el papa Francisco presidirá el funeral este jueves 5 de enero a las 9:30 en la plaza de San Pedro del Vaticano. Se espera que se encuentren delegaciones oficiales de Italia y Alemania, país natal de Joseph Ratzinger, y de miles de fieles que acompañaran el emotivo momento.

Joseph Ratzinger tenía 95 años y llevaba años manteniendo una lucha silenciosa contra una enfermedad que finalmente fue la causal de su deceso. El papa emérito Benedicto XVI vivía en el convento de monjas Mater Ecclesiae, sitio cercano donde habita actualmente el papa Francisco; ambos vestían prácticamente igual y ostentaron el mismo título, aunque Benedicto XVI lo hacía lejos de la vida pública.

Pasaron casi 10 años desde que se hacía formal el paso al costado del cargo papal de Benedicto XVI, en medio de un confuso protocolo que la Iglesia católica no experimentaba en más de 600 años, pero que fue más que necesaria por el rápido deterioro de las capacidades del, en ese momento, papa católico y líder político de Roma, y que dio paso al papado de Francisco.


Hasta el momento se espera un promedio de entre 50 a 60 mil personas que pasen a dar el último adiós al papa emérito en la capilla ardiente desde hoy hasta el jueves, donde se le dará el último adiós y se espera que la cifra de asistentes llegue a los 100 mil, motivo por el cual la seguridad y el despliegue de contención se han reforzado en todo el Vaticano.

Fuente: LA NACIÓN