Alberto Acuña fue sorprendido el último martes en horas de la madrugada conduciendo su automóvil en total estado de ebriedad en la calle Curupayty y la Avenida Augusto Roa Bastos de la ciudad de Encarnación. Asumió la responsabilidad y admitió su error de manejar en ese estado.

Sin embargo, Acuña convocó a nuestro medio para denunciar que supuestamente fue víctima de "apriete" por parte de la Policía Nacional y la Policía Municipal de Tránsito. Según su relato, le habrían solicitado la suma de 300.000 guaraníes para liberarlo y evitar llamar a los agentes de tránsito y comunicar el hecho a la Fiscalía.

Acuña continuó relatando que cuando llegaron los agentes de la PMT, supuestamente le preguntaron cuánto dinero tenía para evitar someterlo a la prueba de alcoholemia, amenazándolo con consecuencias más graves si el caso llegaba al Ministerio Público.

El conductor también afirmó que no hubo persecución, como informaron los intervinientes, y que el procedimiento parecía sacado de una película de "Rápido y Furioso".