La falta de medicamentos en el IPS deja a la deriva a pacientes con cáncer, que en ocasiones hasta se retiran del hospital sin realizarse la quimioterapia porque no tienen posibilidad de comprar por cuenta propia.


Los familiares contaron las peripecias que sufren para mantener con vida a los pacientes con cáncer. Se quejaron de que siempre el Instituto de Previsión Social (IPS) les pide comprar algún medicamento o insumo, pero la situación se agravó hace unas seis sesiones, que serían alrededor de tres meses.


Los pacientes ahora deben conseguir los medicamentos más costosos que son Irinotecan y Leucovorina.


Un familiar pidió presupuesto en una farmacia y esta le pasó el paquete completo para quimio por G. 6.650.000 para casa sesión, pero si uno “tiene contactos” puede conseguir a mitad de precio, comentó con indignación una de las denunciantes.


Cada 15 días los pacientes se realizan una sesión de quimioterapia y permanecen internados tres días.


“Cada mes nos descuentan el importe de IPS y nos parece una falta de respeto contra la vida del ser humano. No podemos estar mendigando y tratando de conseguir de todas partes los medicamentos, mientras que se despilfarra dinero en otros lugares. Hasta guantes y agujas tuvimos que comprar ya”, dijo con la voz quebrada una mujer que lucha para que su esposo se recupere de la enfermedad.

En otro caso, una paciente se trasladó desde Caazapá hasta el Hospital Central del IPS para su sesión de quimioterapia y al llegar se encontró con la sorpresa de que no había medicamentos y que tampoco podía comprarlos.


“Están jugando con la vida humana. No saben la lucha que estamos llevando por mantenerle vivo a nuestro familiar y que llegue acá y que te diga que no hay medicamentos, tenés que volver a llevarle 300 kilómetros porque no tenés plata. Ellos te están mandando más al cementerio que a la vida”, lamentó su hija que la acompaña en cada sesión.


Recientemente pudo conseguir algo de dinero para comprar desde Clorinda, donde los costos alcanzaron G. 2.400.000. A esto se suman los gastos de pasaje y viático para permanecer en Asunción por varios días.


En ese sentido, los familiares mencionaron el estrés que conlleva buscar medicamentos y precios para cada sesión.


Describen como “una lucha física y sicológica” también para los pacientes, quienes se preocupan por la travesía que implica para toda la familia llegar a una sesión de quimioterapia.




FUENTE: UH