Don Carlos Larrosa, residente de la calle San Agustín y San Expedito en el barrio San Isidro de Encarnación, ha alzado su voz para manifestar su preocupación por el impacto que los camiones de gran porte de una empresa de materiales de construcción están causando en su zona. El vecino solicita a los propietarios de estos vehículos que reconsideren su ruta para evitar el paso por calles que no soportan el peso de estos camiones, ya que su tránsito ha resultado en un evidente deterioro de la infraestructura vial.

Adicionalmente, don Carlos ha hecho hincapié en la alta velocidad a la que circula un camión en particular, lo que genera no sólo molestias a los residentes, sino que también representa un peligro real para la seguridad de la comunidad. 

El llamado de Larrosa es claro: apela a la responsabilidad de los conductores y al cumplimiento de las normas de tránsito para garantizar el bienestar de todos los habitantes del barrio. Esta situación resalta la importancia del respeto mutuo entre vecinos y conductores, así como la necesidad de establecer un diálogo constructivo para abordar problemas de convivencia y seguridad vial.

La colaboración de todos los actores involucrados es vital para asegurar un entorno seguro y armonioso en el barrio San Isidro de Encarnación, donde cada acción cuenta en la preservación de la calidad de vida de sus residentes.