Cuando se olvida el cepillado de dientes nocturno, la placa bacteriana también se endurece y se convierte en sarro.


La higiene bucal es imprescindible y el cepillado es una parte esencial de esta rutina. Se recomienda hacerlo por lo menos tres veces al día: por la mañana, después del almuerzo y otro justo antes de dormir. No obstante, ante el cansancio del día, son varios los que cometen el error de olvidar el cepillado nocturno, pese a todos los efectos negativos que puede acarrear este descuido.


No lavarse los dientes puede tener efectos negativos en la salud bucal debido a que los desechos de los microorganismos que quedan en la dentadura son altamente ácidos y pueden ocasionar la ruptura de dientes, provocar caries dentales, cavidades y enfermedades de las encías, según estudios odontológicos.


Cuando se olvida el cepillado de dientes nocturno, la placa bacteriana también se endurece, se convierte en sarro y es impermeable al simple cepillado, por lo que la única manera de eliminarlo es acudiendo a un odontólogo. Una higiene bucal deficiente no solo se traducirá en caries, sino también podría generar mal aliento.


Cambio del cepillo de dientes

A la par de la frecuencia del cepillado, es de vital importancia cambiar regularmente el cepillo de dientes, cada 3 a 4 meses, si es necesario. También hay que renovarlo luego de una enfermedad infecciosa como el Covid. De lo contrario, empiezan a aparecer las enfermedades bucodentales, asociadas a la incorrecta higiene bucal.


Para una correcta higiene bucal hay que usar igualmente hilo dental. El cepillo limpia las caras visibles de los dientes y muelas, mientras que el hilo dental elimina los restos que se encuentran en la unión de los dientes, donde el cepillo no puede llegar.



Fuente: LA NACIÓN