Los divertículos representan la patología más frecuente del colon, especialmente en la población occidental.


Hasta el 40 % de la población mayor de 50 años tiene divertículos en el colon y un 20 % presenta síntomas, según la Federación Española del Aparato Digestivo (FEAD) en el marco de la campaña de concienciación de Alfasigma ‘Adelántate y cuida tu colon’, avalada por la Federación.


Los divertículos representan la patología más frecuente del colon, especialmente en la población occidental. Se caracteriza por la formación de pequeñas bolsas o sáculos que salen del interior del intestino hacia el exterior, a través de la capa muscular del colon. Se deben a un aumento de presión dentro del intestino grueso, frecuentemente relacionado con una dieta baja en fibra y rica en carbohidratos refinados, obesidad y sedentarismo.


La prevalencia de los divertículos aumenta con la edad, en mayores de 60 años se incrementa al 50 % y alcanza el 70 % en mayores de 80 años. Aunque es menos común en menores de 40 años, en varones obesos, particularmente, enfrenta un mayor riesgo de complicaciones. La presencia de divertículos se conoce como diverticulosis y son diagnosticados de manera accidental o cuando se realiza una prueba diagnóstica por cualquier otro motivo como, por ejemplo, una colonoscopia.


En torno al 80 % de las personas con divertículos no presenta síntomas, sin embargo, el 20 % restante sí los presenta. Los síntomas más frecuentes son molestias o dolor abdominal en el lado izquierdo, distensión o hinchazón abdominal, gases o cambios en el ritmo intestinal.


Son síntomas que afectan a la calidad de vida de quien los padece, de ahí la importancia de identificarlos y visitar al especialista para confirmar la posibilidad de enfermedad diverticular. En algunos casos pueden existir complicaciones como la infección de los divertículos (diverticulitis), la perforación o el sangrado.


La enfermedad diverticular que no presenta síntomas no precisa un tratamiento específico, si bien, para evitar complicaciones, se recomienda una dieta rica en fibra, con un consumo de entre 30 y 35 gramos diarios, preferiblemente procedente de frutas y verduras, así como ingerir abundante agua, disminuir la ingesta de bebidas gaseosas y aumentar la actividad física.


Por otro lado, para la enfermedad diverticular con síntomas los expertos recomiendan el mismo tratamiento, además de evitar comidas grasas y excesivas carnes rojas. Y para aliviar los síntomas se pueden utilizar analgésicos o espasmolíticos que aligeran el dolor cólico y, en los últimos años, se ha demostrado la eficacia de la rifaximina como tratamiento principal. En algunos casos la mesalazina y algún probiótico se podrían utilizar también.


La enfermedad diverticular complicada suele ser simple, representando el 75 % de los casos de diverticulitis, no suele generar complicaciones y puede controlarse con un tratamiento médico basado en antibióticos, dieta y analgesia.


El 25 % restante de los casos puede presentar diversas complicaciones para las cuales el tratamiento requiere una intervención quirúrgica. Estas complicaciones pueden ser abscesos, fístulas, obstrucciones o bloqueo del tránsito del colon, peritonitis y/o sepsis, entre otros.


Fuente: Europa Press.